A través dos retratos coñecemos o noso pasado. As fotografías sempre foron para gardar un momento no recordo, e aquí recóllense esas fotografías un pouco máis persoais dos nosos/as devanceiros/as.
Sada, 1959
Cada año, tanto los que nos quedábamos en el pueblo, como los que venían de vacaciones, esperábamos con impaciencia la llegada del verano.
En esta foto está sólo una pequeña parte de la gran pandilla que éramos, formada por amigos de Coruña, Lugo, Orense, Asturias, Madrid...etc..
Por las mañanas tocaba ir a la playa, por las tardes paseos y risas por la marina y de vez en cuando organizar algún guateque.
No olvidaré nunca la sensación de vacío que me dejaba el final del del verano y lo pendiente que estaba del cartero esperando noticias de los que se iban.