Una bonita fotografía de la Sra. Evangelina Vidal de Riobao, con tres de sus hijos: Ricardo, Evangelina y Josefita. Años más tarde tuvo un cuarto hijo, Jesús. El padre Ricardo Castro estaba emigrado en Estados Unidos, donde murió en el año 1939. Su hijo Ricardo falleció en la Guerra Civil.

La Sra. Evangelina está haciendo la siega, a la que ayuda un trabajador llamado Jacobo. Recogen el trigo que ponen en ramos, para luego hacer la trilla a fin de separar el grano de la paja. Es esta una bonita fotografía.

Paseando por la Marina. Todavía existía el muro. Vemos a las hermanas Ramos, Maruja y Paca, en el medio la amiga Edita. Las tres de la Tenencia. Faltan hacen muchos años.

Estos cuatro monaguillos están preparados para asistir a alguna procesión, seguramente es Semana Santa. De izquierda a derecha: Juan, César, Nes y José Mª. Todos tienen cara de buenos.

Juan Vila Rodríguez y Francisca Andrade Alonso se casaron en el año 1867 y formaron una gran familia con diez hijos, tres hombres y siete mujeres. De sus tres hijos varones, el mayor (José) se quedó en Sada, se casó y tuvo dos hijos. Antonio y Manolo emigraron a Cuba a finales del siglo XIX y luego a Estados Unidos. Allí trabajaron en barcos mercantes. Antonio volvió a Sada varias veces y aquí se casó, teniendo un hijo. En el año 1919, regresó enfermo y falleció en Sada. Manolo se quedó en Nueva York, formó una familia y allí falleció. Tuvo dos hijas. De las siete hijas, cuatro vivieron en Sada. Dolores tuvo comercio de telas y cuatro hijos. Antonia fue costurera y tuvo dos hijos. Carmen fue costurera también y tuvo ocho hijos; y por último Eduarda tuvo una tienda, lo que sería hoy una mercería y dos hijos. Las otras tres hijas, Modesta, Socorro y Juana, vivieron el La Coruña y eran subastadoras de pescado en el muro de La Coruña. Modesta tuvo seis hijos, Socorro cuatro y Juana cuatro también. A pesar de vivir en La Coruña, nunca perdieron su contacto con Sada. Resumiendo. De aquel matrimonio Vila Andrade, salieron 10 hijos, 33 nietos, 75 biznietos y muchísimos tataranietos y ya existe la quinta generación. Así siempre encontraremos a un Vila Andrade o a sus descendientes, ya sea en Sada, La Coruña, Madrid, Sevilla, Barcelona, Nueva York, etc. pero el origen de todos ellos está en este pequeño pueblo que se llama Sada, por eso merecen estar en la Memoria.

Animación en la gente. Estábamos en Fiestas y esta pandilla parece estar dispuesta a pasarlo bien. El baile se celebraba en la plaza de San Roque, donde están: Juan Bermúdez y su mujer Antonina, Celia, Lita, Fe y Guillermo.

Bonita fotografía de la familia Silva Álvarez en el muro. Era frecuente hacerse la foto en este punto. Están acompañados por sus tres hijos: Inés, Adela y José María.

Los mayores quieren enseñar al pequeño a montar en bici. Los tres son primos y de la Tenencia. En esta foto se ve como era esta parte de Sada. La parte derecha, son todo edificios en la actualidad, al fondo la nueva urbanización.Y a la izquierda donde está ahora el hotel. Son Chuchi, Pablo y Chus.

Aquí vemos a parte de la familia Bermúdez Ríos. En el centro la señora Pequena. Detrás, su hijo Juan y su mujer. A la derecha de la foto su hija Manola y una compañera de vender pescado en Betanzos, se llamaba A Xona. Delante sus nietas MªJesús, Chuchi y Pablo.

Elogia Martínez Castro con dos de sus hijos, Juan y Román. Su marido Román Cividanes estaba en Cuba y sin duda la foto sería, como era costumbre, mandársela a los padres, para ver como sus hijos iban creciendo al otro lado del Atlántico. La Sra. Eulogia todavía tuvo un tercer hijo, al que llamó Manolo.