Años atrás, en la celebración del Corpus, salía la procesión por las calles del pueblo que estaban cubiertas de xabana y flores. En la procesión se sacaban todos los Santos que eran llevados a hombros por los vecinos. Años más tarde, la procesión quedó reducida a hacerla alrededor de la Iglesia Nueva, donde se confeccionaban unas bonitas alfombras hechas de flores y la procesión pasaba sobre ellas. Con el tiempo se dejó de hacerlas y para recordarlas ya sólo nos quedan las fotos.

Era unha praza portatil que se colocou na praia de Sada no ano 1979.

En el año 1956, el Pósito de Sada organizó una especie de competición, que consistía que los barcos hicieran tres pruebas en el mismo día. Uno de esos barcos era el "Manuel Blanco". Los barcos hacían diferentes maniobras, tales como salir, atracar, desatracar, etc. El "Manuel Blanco" hizo esas maniobras y las ganó las tres veces, así que fue el ganador. La foto corresponde al momento que los responsables del Pósito hacen entrega de una copa a su propietario, recogiendo la copa su sobrino.

Esta plaza tantas veces recordada, vuelvo a ponerla porque mi amigo Miguel me cuenta algunos recuerdos de su niñez y creo vale la pena recordarlos. Mi amigo vivía en la casa del fondo a la izquierda. Toda la calle estaba asfaltada, pero al lado de su casa había un lugar no pavimentado que llamaban 'El Curruncho'. Este era el lugar favorito para jugar a las canicas, ya que al ser de tierra se podía hacer el "gua", que era un hoyo a donde debían ir las canicas después de golpear la del contrincante. Solíamos jugar a la salida de la escuela a la hora de la merienda. Algunas veces cuando hacíamos mucho ruido venía mi vecina, la señora Juana a decirnos que no gritáramos porque la señora Isolina estaba descansando, que había madrugado para ir a su trabajo que consistía en ir al puerto a comprar pescado para luego venderlo en la plaza de San Roque. Recuerdo su banco de vender y sus patelas que después de venir de la plaza, las lavaba y las ponía a secar. Recuerdo que la señora Juana hacía una comida que me gustaba mucho, arroz con congrio. Siempre que lo hacía me lo traía. Nadie lo hacía como ella. También sus buñuelos eran muy buenos. Espero que estas líneas le sirvan a Miguel para volver a recordar los años de su juventud.

Grupo de nenos na escola de Veigue no ano 1945.

No ano 1979 naufragou na praia de San Pedro en Veigue este barco. Na foto vense os contenedores de mercancía que caeron do barco. Recordo á xente indo recoller madeixas de la que estaban flotando na auga.

Muchos años atrás no había ropa confeccionada y si la había era muy cara, la gente no podía permitirse el lujo de comprarla, así que se acudían a las modistas para hacer sus trajes. Estas modistas tenían algunas jóvenes que querían llegar a ser modistas también. Recibían la enseñanza de la maestra y estas a cambio le ayudaban en las tareas de la confección. En la foto recordamos a una de estas modistas rodeada de sus alumnas. La modista era Maruja Souto, una de las buenas modistas de la época.

Hace muchísimos años, cuando éramos jóvenes, no se iba mucho al médico. No sé si era que eramos jóvenes y fuertes o no había mucho dinero. Lo cierto es que nuestras madres sabían que hacer en algunos casos. Así, si no teníamos apetito nos daban aceite de hígado de bacalao. Si nuestro estómago o vientre no iba bien tomábamos aceite de ricino y si teníamos falta de vitaminas nos daban una yema con dos cucharillas de azúcar y una copita de Sanson. Se mezclaba todo y se bebía. Sabía muy bien y lo tomabas sin rechistar, pero tanto el ricino como el hígado de bacalao era un suplicio tomarlos. Desde aquí un recuerdo para "Sanson", el mejor reconstituyente.

En esta bonita fotografía vemos a María Gayoso Ríos y a su lado Elena Tie Gayoso. Cuando nació Elena, su madre murió. La madre de Elena era hermana de María, que acababa de nacer, así que su abuela las crio como hermanas aunque eran tía y sobrina. María se crio con sus padres, que para Elena eran sus abuelos, José Gayoso Golán y Angela Ríos Vila. María se casó con Juan Dopico y tuvieron un solo hijo que falleció en el hundimiento del barco Baleares durante la Guerra Civil. Elena se casó con Eduardo Barros. De este matrimonio salen todos los Barros con negocios en Sada y sus descendientes en La Coruña. Un descendiente de estas dos niñas me contó la historia.

Doña Emilia Pardo Bazán nació en La Coruña en el año 1851 y se casó con D. José Quiroga en 1867, separándose muy pronto después de tener a sus dos hijos Jaime y Blanca. Aunque vivía en La Coruña pasaba temporadas en su Pazo de Meirás, desde donde se desplazaba a Sada para hacer sus compras. Solía ir al Ultramarinos Gayoso, donde se sentaba dentro de la tienda mientras hacía sus compras. Existía en ese tiempo una Oficina de Telégrafos en la calle Mayor (hoy Linares Rivas) y Doña Emilia había encargado que le pasaran sus telegramas a dicho Ultramarinos, desde donde el joven Pepe Gayoso (14 años) era el encargado de llevárselos a Meirás. Allí además de una buena propina, le daban una estupenda merienda. Doña Emilia fue novelista, periodista y ensayista, pero eso merece un capítulo aparte.