El salón Moderno desempeñó diferentes funciones: salón de baile, teatro, cine, sala de fiestas y discoteca. El edificio número 4-6 de Linares Rivas ha sido desde su apertura en 1915 uno de los lugares más emblemáticos de la vida de Sada a lo largo del siglo XX. En su primer piso estuvo el ayuntamiento durante más de 50 años. La foto corresponde a una boda celebrada en su salón, que es el mismo donde se celebraban los bailes o representaciones teatrales. En la parte delantera del edificio estaba la cafetería. El salón tenía un palco todo alrededor. Desde allí la gente observaba a los bailarines. Los domingos se celebraban bailes, pero también fue sala de cine y teatro. Y antes de la Guerra Civil se utilizó como tribuna de mítines, pasando por su escenario figuras como Santiago Casares Quiroga o el sadense Ramón Suárez Picallo. Últimamente funcionó como discoteca y hoy día está cerrada.
El ocho de diciembre se celebraba la fiesta de la Inmaculada, que luego se le llamó "La Fiesta de las Chicas". Había misa cantada, se engalanaba la capilla de San Roque, que era donde estaba la Inmaculada y las chicas se pasaban horas haciendo flores de papel para adornar los altares y también ensayaban para cantar la misa. Era el día que las chicas estrenaban la nueva ropa para el invierno, y muchos años atrás era el día que las mujeres estrenaban los mantones. Más tarde, por intereses comerciales se le llamó "día de la madre" y así fue durante años pero al final el día de la madre, se trasladó al primer domingo de mayo y se quedó sólo en el día de la Inmaculada y nunca más fue la Fiesta de Las Chicas.
Hace aproximadamente 20 años el crucero de Pazos se rompió y fue sustituido por uno nuevo, así que el que vemos hoy no es el original. El fuste del original está en el cementerio de Sada, en la entrada a la derecha. Este crucero tenía mucha tradición, ya que en él se realizaban prácticas para curar males, que consistían en que las mujeres acudían de noche al crucero y daban vueltas alrededor de él.
Todavía somos muchos los que recordamos el coche de Pedro. Era el único taxi que había en Sada. Era negro, casi cuadrado, recordaba a los taxis de Londres. Lo conducía él, y él también lo limpiaba a la orilla del Rio Mayor, bajando por la rampa que allí había. Más tarde tuvo otro taxi, y lo conducía su hermano Juan. Tenía su parada frente a la Terraza, justo al otro lado de la calle.De las casas de la parada, sólo se conserva igual la casa del balcón de las Pita Lorenzo. En la esquina Bar Fuenteculler ya desaparecido, reconstruído y hoy Corazón de Viena. El resto son nuevos edificios. La Avenida de la Marina es el eje central de la Villa: Parada de tranvía, parada de taxi, une con la avenida de la República Argentina por la parte este, con salida hacia Betanzos pasando por Bergondo. Por la parte Norte, une el puerto, con salida por Fontán hacia Lorbé, Mera y Santa Cruz. En la actualidad tenemos los autobuses de Calpita haciendo el servicio interurbano.
De todo lo que vemos permanecen las dos primeras casas de la izquierda, la primera es la panadería de Miguelucho y a continuación la "quincalla" (que hoy diríamos mercería) de Juanita da Serra, con cosas colgadas en la puerta. Todavía no circulaba el tranvía, aún no se ven los railes. A la derecha niñas saliendo de la escuela de doña Mercedes, que estaba más o menos enfrente. Después de la quincalla había una farmacia y a continuación las casas de Barros. De éstas sólo quedan las dos primeras. Aproximadamente en la mitad de la calle Barrié existió "La Fonda Villacampa", pero antes hubo una casa de comidas con taberna, luego se construyó un edificio de dos pisos y bajo, ahí nació "Fonda Villacampa". En el bajo estaba la cocina, comedor y sala. En los pisos, las habitaciones. Después de la posguerra llegaron a Sada los primeros forasteros y se hospedaban allí o en la Terraza, que eran los únicos hospedajes que existían en Sada en aquella época. Todavía recuerdo al General Blanco y su señora y el matrimonio Piñerua, fueron unos de los primeros en veranear en Sada, y nos visitaron durante muchos años. Cuando aumentaron "los forasteros", como los llamábamos, estos hospedajes no llegaban y así se empezaron a alquilar habitaciones en las casas con derecho a cocina, facilitando así unos ingresos extra a los propietarios de las casas, que en la posguerra venían bien. Los forasteros se hacían unas vacaciones más familiares y económicas. Según pasaron los años todo fue cambiando y empezaron a alquilarse pisos y también a comprar algunos. Todo el mundo pedía un hotel para Sada, ya que la "Fonda Villacampa" había cerrado, la Terraza ya no tenía habitaciones y así una vez hecho el paseo marítimo surgió el Hotel Sada Marina. Y ahora resulta demasiado grande para Sada.
Se encontraba situado dicho castillo en el cabo que protege la costa Sur de la bahía de Sada. Fue edificado, al igual que el de Fontán, en el siglo XVIII como batería defensiva. En la foto puede apreciarse, todavía, los restos de las troneras de arcabuces. Entre 1674 y 1762 se instalaron fábricas textiles de varios tipos, todas ellas promovidas por los flamencos Baltasar de Roo y Adrián Kiel, que llegaron a Galicia exiliados de su país natal. En 1674 fundarían la fábrica de lona y jarcias que habría de ser la más duradera. Comenzaron empleando mayoritariamente a personal especializado de origen flamenco, pero pronto incorporarían a buena parte de la población sadense, hasta el punto de abandonarse en gran medida las tradicionales labores pesqueras. La mayor parte de la población de la villa trabajaban en la industria, aunque los cargos de responsabilidad los seguían ocupando los flamencos. La fábrica surtía de telas y cordeles a la Armada Real, por lo que recibió numerosos privilegios del rey Carlos II. También, a finales del siglo XVII, el gremio de mareantes disponía de 31 barcos de pesca y cuatro rapetóns (especie de traínas de pequeñas dimensiones). Había siete lagares al servicio de la salazón de la sardina, en manos de otras tantas compañías de negociantes catalanes, que permitían despachar el valioso recurso industrializado a la costa mediterránea y a otros mercados españoles. Como consecuencia de la llegada de los industriales catalanes, la industria florece y mejora la técnica de salazón, creándose industrias pesqueras que se instalan desde Sada a Fontán. Al objeto de garantizar la seguridad de todas estas industrias se construyen los castillos de Fontán y Corbeiroa que, con posterioridad, pasaría a formar parte del emblema o escudo de la Villa. Se sabe el papel significativo que tuvo la villa durante la Guerra de la Independencia, durante la cual recobraron sus funciones defensivas los castillos de Fontán y Corbeiroa y en la que, supuestamente, el regidor de la Jurisdicción de Miraflores, a la que pertenecía Sada, Manuel Colmelo Freire de Andrade, protagonizó una gran gesta, tal como nos refiere Manuel Lugrís Freire. El 1 de junio de 1809 llegaron a la villa un oficial francés y veinte soldados a caballo, solicitando a Manuel Colmelo que les proporcionara una lancha para cruzar la ría. Colmelo lo hizo así, pero de camino retiró una tabla de la embarcación, hundiéndola. Esta acción sería decisiva, según Lugrís, para la inmediata victoria sobre los franceses en la batalla de Ponte Sampaio.
Se encontraba situado dicho castillo en el cabo que protege la costa Norte de la bahía de Sada. Fue edificado, al igual que el de Corbeiroa, en el siglo XVIII como batería defensiva. Entre 1674 y 1762 se instalaron fábricas textiles de varios tipos, todas ellas promovidas por los flamencos Baltasar de Roo y Adrián Kiel, que llegaron a Galicia exiliados de su país natal. En 1674 fundarían la fábrica de lona y jarcias que habría de ser la más duradera. Comenzaron empleando mayoritariamente a personal especializado de origen flamenco, pero pronto incorporarían a buena parte de la población sadense, hasta el punto de abandonarse en gran medida las tradicionales labores pesqueras. La mayor parte de la población de la villa trabajaban en la industria, aunque los cargos de responsabilidad los seguían ocupando los flamencos. La fábrica surtía de telas y cordeles a la Armada Real, por lo que recibió numerosos privilegios del rey Carlos II. También, a finales del siglo XVII, el gremio de mareantes disponía de 31 barcos de pesca y cuatro rapetóns (especie de traínas de pequeñas dimensiones). Había siete lagares al servicio de la salazón de la sardina, en manos de otras tantas compañías de negociantes catalanes, que permitían despachar el valioso recurso industrializado a la costa mediterránea y a otros mercados españoles. Como consecuencia de la llegada de los industriales catalanes, la industria florece y mejora la técnica de salazón, creándose industrias pesqueras que se instalan desde Sada a Fontán. Al objeto de garantizar la seguridad de todas estas industrias se construyen los castillos de Fontán y Corbeiroa que, con posterioridad, pasaría a formar parte del emblema o escudo de la Villa. Se sabe el papel significativo que tuvo la villa durante la Guerra de la Independencia, durante la cual recobraron sus funciones defensivas los castillos de Fontán y Corbeiroa y en la que, supuestamente, el regidor de la Jurisdicción de Miraflores, a la que pertenecía Sada, Manuel Colmelo Freire de Andrade, protagonizó una gran gesta, tal como nos refiere Manuel Lugrís Freire. El 1 de junio de 1809 llegaron a la villa un oficial francés y veinte soldados a caballo, solicitando a Manuel Colmelo que les proporcionara una lancha para cruzar la ría. Colmelo lo hizo así, pero de camino retiró una tabla de la embarcación, hundiéndola. Esta acción sería decisiva, según Lugrís, para la inmediata victoria sobre los franceses en la batalla de Ponte Sampaio.
Seguramente su origen data del siglo XIX pues ya se refiere al mismo el historiador Francisco Carreras y Candi aludiendo a esta Villa: “ ...timbra su escudo de armas con dos montes a derecha e izquierda, como indicadores de la entrada de la ría: sobre cada uno hay un castillo, el de Fontán y el de Corbeiroa (que defendían la entrada de la bahía), en el centro un barco de vela de dos palos, flotando sobre el mar”. Los libros de actas municipales más antiguos que se conservan corresponden a la década de 1850. El ayuntamiento estaba situado en aquellas fechas en la parroquia de Mondego. Es de suponer que el escudo date de dicha fecha ya que, basándonos en el escrito que el alcalde de Sada envía al gobernador civil (en cumplimiento de una R.O de Fomento de 30 de Agosto de 1876 sobre los sellos que venían usando y su historia) adjuntando un pliego de papel en el que van estampados los sellos que usa este distrito desde la creación del Ayuntamiento. En la foto podemos ver el antiguo escudo así como el pliego de papel en el que están estampados los referidos sellos. La reseña histórica que realiza el citado alcalde, a la vista del pliego de papel donde están estampados los sellos, es la siguiente: “Los sellos nº 1 y 2 son los que usa este ayuntamiento y alcaldía desde la creación de aquél y las armas que contienen consisten en un buque y dos castillos representando la bahía de este puerto, y los restos o ruinas de dos castillos denominados Fontán y Corbeiroa. El nº 3 es el que usaba desde su creación la suprimida Dirección de Sanidad Marítima y hoy lo usa la Junta del mismo nombre. El nº 4 es el que viene usando el Juzgado de Paz, hoy Municipal. El nº 5 es el que usa la Junta de Primera Enseñanza desde su creación”. Ninguna otra noticia existe en la alcaldía a cerca del origen de dichos sellos ni tampoco se sabe si han existido algunos otros. Ya en la actualidad (mayo del 2007) se procede, por parte del Ayuntamiento, a inscribir el escudo en la Oficina Española de Patentes y Marcas. A continuación se transcriben sendas noticias aparecidas en la prensa en relación con la inscripción de las enseñas del Ayuntamiento en los organismos oficiales correspondientes: En Agosto de 2010 y para cumplir con el decreto del pasado 11 de febrero, por el que se aprueba el reglamento de símbolos de las entidades locales de Galicia, el Ayuntamiento de Sada pide a la Comisión de Heráldica de Galicia que le elabore una propuesta de escudo y otra de bandera. El Ayuntamiento hace hincapié en que la Ley de Administración Local de Galicia ofrece a los ayuntamientos la posibilidad de disponer de una bandera y un escudo, y que su aprobación compete a la Consellería de Presidencia. En Enero de 2011 La Comisión Heráldica de la Consellería de Administracións Públicas e Xustiza acuerda una propuesta de escudo y de bandera para el Ayuntamiento de Sada que será debatida en el próximo pleno, a finales de este mes, antes de ir al Consello da Xunta, órgano que debe aprobarlo de forma definitiva. El escudo que ha utilizado estos años el Ayuntamiento de Sada no se ajustaba a la legalidad vigente en materia heráldica por lo que el alcalde solicitó a este organismo de la Consellería de Administracións Públicas que elaborase sus propias propuestas, lo que acaba de hacer. La Comisión Heráldica plantea para el escudo de Sada (muy parecido en términos generales y de contenido al anterior) un navío de dos palos sobre ondas de blanco y azul flanqueado por dos peñascos rocosos a cada lado coronados por torres en color oro. El escudo alude así al origen pesquero y comercial de la villa (conocido desde tiempos de los fenicios, cartagineses, griegos y romanos) y las torres o castillos son los de Fontán y Corbeiroa que se mandaron construir en el siglo XVIII para proteger el puerto y sus industrias (paños finos y conservas, entre otros). La propuesta de bandera realizada por la comisión es de similar temática: un paño azul en el que se ve un navío de dos palos con las velas al viento y sobre el mar y a cada lado las torres. El 14 de Julio de 2011 la Xunta aprueba de forma definitiva el escudo y la bandera oficiales del Concello de Sada. La propuesta, realizada por la Comisión de Heráldica del Gobierno gallego a petición del Ejecutivo local, es muy similar al emblema que ya utilizaba el Ayuntamiento. Incluye un navío de dos palos sobre ondas en blanco y azul flanqueado por dos peñascos rocosos que a su vez están coronados por sendas torres en color oro que representan a las antiguas fortalezas de Fontán y Corbeiroa. Sada carecía hasta ahora de un escudo oficial. El 1 de Agosto de 2011 la Consellería de Presidencia aprueba, de forma definitiva, la bandera y el escudo del Concello de Sada. El municipio ya cuenta con una bandera de color azul con dos navíos que aluden al histórico puerto pesquero y comercial, ya conocido desde la época de los fenicios, cartagineses, griegos y romanos. Las torres se refieren a los castillos de Fontán y Corbeiroa, que se construyeron en el siglo XVII con el fin de proteger el puerto y las industrias pesqueras y de salazón, que según la tradición popular estaban comunicados mediante un túnel. La iconografía de la bandera se representa también en el escudo de Sada y representa en conjunto la entrada a la bahía de la conocida como Perla das Mariñas. Tanto el escudo como la bandera fueron analizadas por la comisión heráldica de la Xunta de Galicia, organismo que emitió un informe favorable para su aprobación.
Desde principios del siglo XX y hasta mediados de la década de 1960 solían venir, a finales del verano, “as bañeiras”. En Sada se conocía con este nombre a las mujeres que, procedentes de Guitiriz, Parga, Coirós, Aranga, Sobrado y otros pueblos del interior, venían a tomar nueve baños en el mar con la intención de curar o aliviar el reuma u otras dolencias. Estos baños tenían que ser consecutivos aunque hiciera frío o lloviera. Al principio venían en carros tirados por caballos y, ya al final, en vehículos motorizados de los cuales, en ocasiones, se apeaban en Betanzos y desde allí venían caminando. Al llegar a “La Ramalleira” bajaban por el ribazo que daba a la playa, justo al lado de la fuente del “Curruncho”. Se hospedaban en casas particulares, en “fallados” (desvanes) alquilados donde, sobre paja y hojas secas de maíz tiradas en el suelo, dormían todas juntas. Tenían derecho a utilizar las cocinas, ya que siempre traían los víveres necesarios para pasar los nueve días. Se bañaban en la playa de las Delicias, cerca de las peñas (lugar que se ve al fondo de la foto) utilizando al principio, a modo de bañador, una especie de sayal que consistía, la mayor parte de las veces, en un saco en el que habían hecho los agujeros correspondientes para la cabeza y los brazos. Esta vestimenta para el baño fue evolucionando y al final se bañaban con una especie de enaguas o camisones mejor confeccionados. Se agrupaban al fondo de la playa, cerca de las rocas; para cambiarse de ropa formaban un corro tapándose con sábanas o toallas. Al meterse en el mar solían gritar alborozadas al ser golpeadas por las olas que les levantaban el bañador, teniendo que sujetarlo para no quedar desnudas. Por la noche salían a la calle (en la zona de “La Puente”: calle del Río, de la Obra....) donde solían hospedarse y hacían fiesta cantando y tocando panderetas y conchas de la playa. Aunque la tradición aconsejaba tomar nueve baños consecutivos, dentro de “as bañeiras” había aquellas que (por razones económicas o porque sus quehaceres no se lo permitían y no podían quedarse los nueve días) se daban tres o cuatro baños diarios, hasta completar los nueve de rigor, y se marchaban antes. En aquellos tiempos se podía oir en esta Villa unas coplillas relacionadas con estas mujeres: “As bañeiriñas no tempo do vran veñen a Sada bailar o cancán, veñen e veñen e veñen e van as bañeiriñas no tempo do vran” A continuación se transcribe el fragmento “As primeiras bañeiras” sacado del libro de Emilio Santos, “Camiños de lembranza”: AS PRIMEIRAS BAÑEIRAS Autor: Emilio Santos Anacos do seu libro “Camiños de Lembranzas A comenzos do século e endonantes, viñan a Sada as bañeiras, nos primeiros días do vrao, en perfecta ringleira en carruaxes tirados por cabalos. Viñan a tomar uns baños, en percura de facer ben o reumatismo e outros doores. Traguían con iles: ovos, xamón, chorizos, touciño e pan de millo ou centeo para nove días. Os baños tiñan que sere un após de outros, sin esquecer un, chovese ou fixera sol, nove días nove baños. Na casa do siñor Picos, e na de Paradela eran as pousadas das bañeiras, as cociñas eran pra todos. Pola noite, estraban palla ou folla de mainzo no chan ia dormir todos xuntos. Na praia, non había casetas e, cando tiñan que poñerse espidas, xuntábanse unhas a outras e, cunha sáboa, tapándose namentras ian por o bañador que, a mais das vegadas, era un saco dos da fariña con tres buxeiros na cueira, o buxeiro da metá servía para meter a cabeza, e polos currunchos os brazos. Abofé era unha peza xeitosa e folgadiña. Algunha qu‘era algo costureira, facíalle ao saco un ribete por tódalas veiras, duns coores chameantes. Pola noite, aturuxos, cónchegas, pandeiradas e adimais baile de organillo. Coas bañeiras, adeprendimos a beilar tódolos nenos daqueles tempos. Villalba, Guitiriz, Parga, Rábade, Sobrado, Aranga, Coirós e outros pobos era onde viñan. De Madrid tamen viñan, lémbrome dunha familia, co siñor a primeira ves que veu Sada dixo: ¡Isto e un paradiso! . ¡Si Deus me da saude, ei vir tódolos años! Ansi foi, era Capitán da Garda do Rei, no Reximento de Alabardeiros e, deixou dir sendo Coronel do mesmo Reximento porque Deus o chamou. Pro a familia sigueu indo a mesma casa moitos anos mais. Lugo, León, Valladolid e Salamanca, souperon que no vran, había un pobo moi bonitiño que se chamaba Sada.
La Puente de los carros, era una zona de Sada en dirección a Samoedo y El Castro, más o menos donde hoy se encuentra la glorieta frente a la calle de La Laguna. En esta zona había un río que venía de la zona de Osedo y las Brañas de Ouces. Traía abundante agua que la gente aprovechaba para lavar la ropa y tenderla a clareo sobre la hierba. Mirando la foto, al fondo estaba el Cuartel de la Guardia Civil y las viviendas de los guardias. Allí estaban "las cocheras" de la empresa Agra, primero con el coche tirado por caballos que aparece en la foto y más tarde los "coches de línea", hoy autobuses. Años más tarde, el cuartel pasó al Couto donde hoy existe. La empresa de coches de línea la compró la Empresa López ( D. Elías) que la explotó durante muchos años.