A través dos retratos coñecemos o noso pasado. As fotografías sempre foron para gardar un momento no recordo, e aquí recóllense esas fotografías un pouco máis persoais dos nosos/as devanceiros/as.
Sada, 1957
Es una bonita fotografía de una madre Fina Monzo López acompañada de su hija Marta. Fina se había casado con Marcelino Naya, al que todos llamaban Marcelo. Vivían en La Tenencia. El matrimonio tuvo dos hijos: Marta y Víctor. Pasaron 60 años y hoy Marta es ya una mujer viuda, si bien su cara es la misma y lo mismo su sonrisa. Sus padres fallecieron hace muchos años.
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